CAPÍTULO
SIETE: IRA
Álvaro
sintió que la ira lo consumía al contemplar que Lola era besada por
unos labios que no le pertenecían. Apenas fue un beso breve, pero le
sobró tiempo para percibir que ella cerraba los ojos, agarraba la
chaqueta de cuero de aquel imbécil ─porque tenía que serlo─, y
se enroscaba alrededor de su cuello como una gatita que ronroneaba
por atenciones.
Tras
aquel beso que estuvo a punto de provocarle una úlcera de estómago,
no pudo quitar los ojos de encima de aquella escena. Observó que
Lola daba un paso hacia atrás, gesticulaba con las manos en alto y
se marchaba hacia su casa con paso apresurado, mientras aquel
motorista la contemplaba con hambre en los ojos. Con un deseo que a
Álvaro no se le pasó desapercibido, pues él sentía exactamente lo
mismo por aquella vecina tan joven que estaba empeñada en sacarlo de
quicio.
El
chico, que debía rondar la veintena, se alejó en aquella bestia de
ruedas que hacía demasiado ruido, y Lola intentó abrir la puerta de
su casa, pero presa del nerviosismo, las llaves se le cayeron al
suelo. Antes de que pudiera recogerlas, y de que Álvaro se dijera a
sí mismo que no tenía ningún derecho en armarle escena alguna, se
vio a sí mismo como un completo desquiciado que acababa de plantarse
a su espalda, con los puños cerrados y la necesidad de desquitarse
con algo. O con alguien.
─Hace
varias horas que deberías haber llegado a tu casa ─le espetó;
sintiendo como la rabia le quitaba el poco sentido común que aún le
quedaba para enfrentarse a ella.
Sintió
que ella dejaba escapar el aire, como si tenerlo allí no la hubiera
tomado por sorpresa.
─No
quiero volver a discutir ─musitó de espaldas, sin mirarlo.
Introdujo
la llave en la cerradura, pero Álvaro la agarró de las caderas para
darle la vuelta y capturar su mirada. Ella rehusó mirarlo a la cara,
y torció el gesto cuando él resopló.
─Mírame
cuando te hable.
Alzó
la barbilla para devolverle la mirada. Álvaro sintió que se lo
llevaban los demonios al percatarse de que parecía dolida. No
comprendía cómo era capaz de mantener aquel semblante victimista
cuando era capaz de besarse con otro. Con otro... delante de sus
narices.
─¿Has
acabado ya? ─sugirió ella, perdiendo la paciencia.
No
le gustó que ella se hiciera la dueña de la situación, a pesar de
que en aquel momento lo era. Tampoco se agradó al saber que estaba
equivocándose, y que no le importaba lo más mínimo porque aquella
muchachita iba a llevarlo al borde de la locura.
─No,
no he acabado
Apoyó
las manos sobre la puerta, atrapándola bajo su cuerpo. Ella se
humedeció los labios, como si deseara ser besada. No, desde luego
que él no iba a besarla, pues en aquel instante en el que lo deseaba
más que respirar, se sentía como un completo imbécil por pensar de
aquella manera. Por desear aquellas cosas.
─Supongo
que con todo el tiempo que has tenido habrás hablado con tus padres
acerca de tu expulsión, ¿O es que acaso tengo que pensar que has
estado de juerga con tu novio?
Ella
enarcó una ceja para contemplarlo con una osadía y perspicacia que
una chiquilla de su edad no debía mostrar a su tutor. A él.
─No
es de tu incumbencia, ¿O sí?
─Lo
es mientras estés bajo mi responsabilidad, Lola. Métetelo en esta
cabecita ─le dio un toquecito con el dedo sobre la frente─. No me
me intestes poner celoso, porque no voy a caer en tu juego, ¿Me
oyes? ─se dio cuenta de que le hablaba con los dientes apretados,
por lo que suavizó el tono─. Y ahora entra en casa y dale esa nota
a tus padres. No me hagas repetírtelo dos veces.
A
ella se le encendió el rostro ante aquel tono paternalista que él
había utilizado a propósito. No era más que una niña que estaba
jugando con fuego, y él un iluso por caer en sus redes.
─En
lo último que estaba pensando era en ti cuando besaba a Logan ─le
soltó de repente, con una sonrisa torcida─. Tienes un verdadero
problema cuando me espías por la ventana para ver lo que hago con mi
vida, Álvaro. Me obligas a pensar que estarías deseoso de cambiarte
por Logan.
Álvaro
sintió ganas de abofetearla por decir aquellas cosas tan sinceras
que dolían de aquel modo, pero no lo hizo. Por el contrario, y en un
arranque de furia, llamó al timbre de su casa para soltarla allí
dentro, donde le estaba prohibida y no podía hacerle más daño.
Lola
abrió la boca, tan perpleja que él tuvo que reprimir las ganas de
gritar y reír como un poseso. Estaba fuera de sus cabales..., pobre
de Lola si se atrevía a retarlo.
─¿P...pero
qué haces? ─balbuceó, y volvió a convertirse en la chiquilla de
diecisiete años que le convenía tener lejos.
─Dejarte
con tus padres, porque eres una mocosa impertinente que se merece una
buena zurra.
Lola
dio un brinco ante aquel insulto.
─Y
tú no eres más que un hombre que está celoso por lo que puede
tener y se niega a poseer hasta que otro más listo se le adelanta.
Le
apretó el antebrazo hasta que ella chilló, por lo que tuvo que
obligarse a soltarla. En ese momento, la madre de Lola abrió la
puerta, y lo saludó con una sonrisa de oreja a oreja al percatarse
de que era su vecino.
Se
le borró en el instante en el que contempló a Lola cruzada de
brazos y con mala cara.
─Señora,
disculpe que me presente sin avisar, pero esta mañana expulsé a
Lola del instituto por un incidente que estoy seguro que ella sabrá
explicarle ─la miró de reojo, y ella lo asesinó con la mirada─.
Ya hace horas que debería haber llegado, por eso me he sorprendido
tanto cuando la he visto aparecer hace unos minutos montada en la
moto de un extraño. No me gustaría que una alumna como ella
frecuentara malas compañías que puedan influenciarla, pues
ultimamente se empeña en contestar con nula educación en clase.
Se
ahorró lo del beso, pues supo que con ello ya era más que
suficiente.
─¡Lola!
─se alteró su madre.
La
susodicha ni siquiera la miró, pues estaba demasiado ocupada
atacando a Álvaro con los ojos.
─Eres
un cretino ─lo insultó para desquitarse, a pesar de que su madre
estaba delante.
─¡Lola,
cómo te atreves! Vete ahora mismo a tu cuarto.
Y
lo hizo, antes de abrirse camino con el hombro para darle un empujón
a Álvaro, quien la contempló impasible marchar escaleras arriba
como alma que llevaba el diablo. Sólo entonces, escuchó las
disculpas de la madre de Lola.
─Le
juro que lamento lo sucedido. Lola es una buena chica, y nunca se ha
comportado de esa manera.
─Está
en una edad muy difícil ─la disculpó, y de repente pensó en su
entrepierna.
─Le
aseguro que haré que le pida disculpas en público. Esta chica...
Se
despidió de la madre de Lola para regresar hasta su casa. En la
entrada, giró la cabeza por intuición, donde se encontró a Lola
observándolo con evidente resentimiento desde la ventana de su
habitación. De repente, susurró una palabra que él pudo leer desde
la distancia.
Celos.
Sólo
entonces se dio cuenta de lo mucho que se había equivocado.
***
Lola
tuvo que aguantar con estoicidad la reprimenda que su madre, e
incluso su padre, le echaron aquel día. No podía creer que Álvaro
se hubiera comportado de una manera tan infantil, pero al menos, de
algo estaba segura.
Dejó
aflorar una sonrisa que la hizo sentir más segura de sí misma.
¡Estaba
celoso!
Podía
fingir todo cuanto quisiera, pues era evidente que algo debía sentir
cuando había obrado sin escrúpulos.
Le
dieron ganas de correr hacia su casa para gritarle a la cara: ¿Quién
es el niño de los dos ahora?
Por
supuesto, no lo hizo. Ya tenía suficiente con permanecer el resto de
la semana castigada sin ver la luz del sol. Es decir, tal vez estaba
siendo demasiado melodramática, pero se sentía muy superada al
creer que no había hecho nada malo por lo que tuviera que permanecer
encerrada en aquel lugar.
Por
eso, se sintió tan contenta cuando su amiga Andrea apareció en la
entrada de su habitación, con una bolsa cargada de sus chocolatinas
preferidas y cara de circunstancias.
─He
convencido a tu madre para que me dejara entrar. Sinceramente, no sé
cómo pretende educarte si a la mínima se arrepiente y te suaviza el
castigo ─le dijo, y una sonrisa satisfecha acudió a su rostro.
─¿Te
puedes creer que diga que eres una buena influencia para mí ?
─replicó Lola, siguiéndole el juego.
Ambas
se partieron de risa y se tiraron en la cama a devorar aquellas
chocolatinas hipercalóricas. A los pocos minutos, el mal rollo entre
las dos no era más que un recuerdo difuminado.
Entonces,
cuando su amiga Andrea había decidido sacrificar su salida nocturna
para hacerle compañía, Lola recibió un correo electrónico, por lo
que se apresuró a incorporarse para apagar su ordenador antes de que
la cotilla que tenía por amiga pudiera leerlo. Pero no lo consiguió,
y Andrea, que tenía más fuerza que ella, le arrebató el portátil
para leer en voz alta aquel correo.
Querida
Lola;
Ya
te dije que las cosas que merecen la pena se hacen sin pedir permiso.
Por tanto, es menester que te lo pregunte: ¿Has disfrutado del beso
de ese motorista con pintas de macarra?
Demuéstrame
que sabes besar. Sé que lo estás deseando.
Un
amigo.
─¿Se
puede saber qué es esto? ─su amiga estaba visiblemente excitada
ante aquella nota.
─Un
mail ─respondió, como si nada.
─¡Ya
sé que es un mail! ¿Pero quién lo escribe? ¿Y quién es el
motorista ese al que has besado? ¡Lola, no me cuentas nada!
La
susodicha resopló antes de dejarse caer sobre el colchón.
─Se
llama Logan.
─¿Y?
─insistió su amiga, con visible ansiedad.
─Apenas
sé nada de él. ¿Recuerdas el hombre lobo de la fiesta de
disfraces? Pues es él. No tengo ni idea de quién es, pero me lo he
encontrado un par de veces, y sospecho que no será la última.
─La
pregunta importante es: ¿Tú quieres volver a encontrártelo?
Lola
se mordió el labio inferior.
¿Volver
a encontrarse a Logan? Sólo para enfurecer a Álvaro merecía la
pena. Y bueno..., Logan era enigmático, la distraía y ocultaba un
montón de secretos que ella estaba deseosa de desvelar.
─Puede
ser ─admitió.
Andrea
soltó un gritito que la alteró.
─Aún
no me has dicho quien ha escrito este mail.
─No
lo sé, aunque tengo mis sospechas ─respondió, pues no quería
sentirse como una estúpida al desvelarle que estaba colada por su
profesor de literatura.
─No
es el primero que recibes, ¿Verdad?
─Esto...
─¡Me
estás ocultando muchas cosas!
─No
tiene importancia.
─La
tiene ─la señaló con un dedo acusador ─mírate. Se te ha
cambiado la cara cuando lo has recibido.
─Ese
email y quien lo haya escrito puede irse al infierno ─espetó de
mala gana.
Porque
había sido Álvaro, o eso quería creer ella. Álvaro, él mismo
profesor que estaba encantado de dejarla en ridículo en clase, la
expulsaba para luego montarle una escenita delante de sus padres
y..., suspiró Lola, le había regalado un verano maravilloso cargado
de esperanzas.
─Entonces
no te importará que le haya respondido.
A
Lola se le desencajó la expresión al contemplar que, mientras ella
se abstraía en sus pensamientos, Andrea había escrito una de las
suyas sin preguntarle antes de enviar aquel email.
Lo
leyó mientras empezaba a acolarse.
Querido
amigo con ganas de marcha,
Si
quieres besarme, tal vez deberías hacerlo como ese motorista con
pintas de macarra. Sin pedir permiso y con lengua.
Lolita.
¡Y
lo había firmado como Lolita!
Se
sintió como en aquella novela de Nabokov, o tal vez peor. Si estaba
segura de que las cosas con Álvaro no podían ir a mejor, su amiga
Andrea acababa de estropearlo. ¡Y de qué manera!
Recordó
aquella vez en la que había acompañado a Álvaro al Museo del
Prado.
Él
se había colocado tras su espalda mientras le señalaba un detalle
de uno de los cuadros, pero Lola tenía la mirada clavada en La Maja
desnuda de Goya. Él se percató, por lo que ladeó la cabeza y sus
labios se curvaron en una sonrisa pícara.
─Tuvo
que ser una mujer muy valiente para atreverse a posar desnuda en
aquella época ─le dijo a él.
Álvaro
apoyó sus labios sobre la nuca de ella, y dibujó las palabras sobre
la piel, como una caricia ardiente.
─¿Te
gusta?
Ella
giró la cabeza para rozar sus labios a propósito, sintiendo como él
se tensaba y trataba de apartarse de ella. Pero no se lo permitió.
Aquella vez no. Sosteniéndolo por la chaqueta, le habló a escasos
centímetros de los labios.
─¿Y
a ti? ─lo retó.
Él
miró sus labios antes de responder.
─A
mí me encanta ─le soltó, con una voz ronca que la hizo arder de
deseo.
Supo
que no estaban hablando de arte, ni de cuadros, ni de cualquier otra
cosa que no los incluyera a ellos. Solo a ellos.
─Estoy
segura de que te gustaría pintarme así.
Él
suspiró, antes de apartarse de ella medio temblando.
─Qué
mala eres, Lola...
AVISO: A PARTIR DEL JUEVES SÍ QUE HABRÁ CAPÍTULO DE CARTAS CON SABOR A LIMA. POR MOTIVOS LABORALES, ME HA SIDO IMPOSIBLE SUBIRLOS ANTES, PERO AHORA QUE TODO HA VUELTO A LA NORMALIDAD LOS CAPÍTULOS SE SUBIRÁN SEGÚN LO PROGRAMADO.
Pero!!!!!!!como me puedes dejar asín!!!!!que inteesante me encanta Álvaro que niñato cuando masss jajajaj bueno me conformo pq tengo a Dante jajajaj besos
ResponderEliminarjajajajjaaja dice el refrán: "dime de que presumes y te diré de qué careces" y a Álvaro le está pasando eso mismo
Eliminarun beso y gracias por leerme :)
ooohhhhh !! Valla telita con Alvaro que ni come ni deja comer jaja . Hace bien con darle celos que hoy se ha portado como un capullillo expulsandola. Deseando leer el siguiente capi . Graciasss
ResponderEliminarmuchas gracias por leerme
Eliminarbesos!
Uyuyuy...esto cada capitulo esta mas interesante,creeis qe es Alvaro el de los emails??No creo qe Chloe nos lo ponga tan facil,me encanta!!!!
ResponderEliminaraaah eso habrà que adivinarlo jaja
Eliminarbesoss
Ohhhhhh y me dejas asi, me tienes enganchada deseando q llegue el jueves. Un beso
ResponderEliminarhastaa el jueves. besosss
EliminarPerooo yaaa no puede ser joo.k cortito bueno el jueves.mas hoy alvaro me a ganado😉😘
ResponderEliminarhasta el jueves. besoss
EliminarHolaa!!! Que le pasa Alvaro?? La madre que lo pario , el ataque de celos que a tenido me encanta jajaja , pero se la a jugado pobre Lola se a comido un marron por su culpa , que complicado son los hombres. Me da a mi que Lola va a salir con Logan para fastidiar Alvaro.
ResponderEliminarQuien sera el de lo emails?? muero por saber la verdad es que podria ser cualquiera , me gusta mucho Andrea esta un poco loca.
Chloe me a gustado mucho el capitulo deseando leer el proximo.
Besotes!!!
muchas gracias cristina
Eliminarbesossss
Feliz muy feliz por que Avaro esta celoso muy celoso... espero actúe con ese correo q envio Andrea. .. hay Alvarito quien es el niño AHORA. .. me encanto quiero mucho mas
ResponderEliminarEres maravillosa Chloe. ♡♡♡♡♡♡♡
muchas gracias!
Eliminarhasta el próximo capítulo :)
Vaya final de capítulo y ahora digo yo... con lengua con lengua !! Jajjaja intrigadissimaaaa me tienes a esperar al jueves toca ;-)
ResponderEliminarmuchas gracias :D
EliminarQue loco capitulo el estuvo genial la picara Andrea hizo de la suyas ..Pero Alvaro se paso jajaja me gusto este capitulo Choe como siempre genial saludos bella
ResponderEliminarmuchas gracias
Eliminarsaludosss
El jueves 25 y el lunes 29 no publicaste? Estás bien?disfrutando de la vida verdad?pero no nos olvides.lo prometido es deuda.besos
ResponderEliminarHola rosetah. No, por supuesto que no me olvido jeje
EliminarEstoy muy liada con el trabajo y con el plazo de entrega de otra historia, pero este martes prometo subir nuevo capítulo.
Saludos! :)
Hola!porque yaa no subes capítulos?prometiste subir hoy uno
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