CAPÍTULO
TREINTA Y TRES: DECISIONES
Visitar a su tío en
aquella prisión era un acto méramente burocrático que se impuso a
sí mismo. ¿Compasión? ¿Un resquicio de cariño? No existía nada
de eso hacia el hombre que había estado a punto de violar a Lola.
Lo odiaba con todas
sus fuerzas. De hecho, no lograba recordar un instante de su vida en
que no hubiera sido así. Apenas poseía grandes recuerdos sobre el
hombre de mediana estatura y barriga prominente ligado a su familia
materna por un bochornosos vínculo de sangre. Su madre jamás había
hablado de él, y tras su internamiento en el centro, recibió como
una jarra de agua helada la noticia de que su único familiar
rechazaba hacerse cargo de él. Al cabo de los años comprendió que
aquel pobre diablo era un alcohólico que vagaba por las calles sin
un techo en el que cobijarse.
No fue la lástima
lo que lo movió a hacerse cargo de aquel repugnante despojo humano,
sino la certeza de que aquel ser era el único resquicio de familia
que le quedaba en el mundo. Había sido un acto de puro egoísmo el
mantenerlo dentro de su casa. Una coartada bajo la que cobijarse y
auspiciar una buena intención dentro de los sentimientos podridos
que albergaba en su interior.
Por desgracia, la
decisión le había salido muy cara. A sabiendas de que su tío era
una persona repulsiva y vil, lo mantuvo con su propio dinero bajo un
techo en el que cobijarse. Poco le importó que sobreviviera a base
de Whisky barato, y ni siquiera se preocupó por su enfermedad. Lo
único que deseaba era ser el sobrino de un don nadie mientras
tramaba su dulce venganza.
Hasta que la conoció
a ella.
Lola era lo
contrario a lo que él nunca poseyó. La bondad y la belleza de los
buenos sentimientos. La familia que había perdido cuando tan solo
era un niño. Con ella sentía que existía una oportunidad incluso
para un tipo como él, que desde su internamiento en el centro había
vivido con la certeza de que lo único que le quedaba era vengar la
muerte de toda su familia.
¿Y ahora qué?
Le había hecho el
amor dos veces. Fue tan maravilloso que el simple recuerdo provocaba
que su corazón se hinchara de un sentimiento nuevo y desconocido.
Hacía que se sintiera tremendamente bien.
Lola era un bálsamo
para sus cicatrices y una esperanza para su maltrecho futuro. Como un
rayo de luz que hacía florecer a las plantas moribundas y lo
inundaba todo de una iluminación potente que cegaba hasta la
oscuridad más tenebrosa.
¿Y qué si lo
mandaba todo al infierno?
Hacía años que no
encontraba algo por lo que mereciera la pena desterrar el pasado de
su vida. El odio dejaba de consumirlo cuando estaba con Lola o cuando
pensaba en ella.
¿Y qué si dejaba
de mirar atrás?
¿Y si por una vez
en su vida se daba una oportunidad a sí mismo?
¿Y si por primera
vez miraba hacia el futuro? Hacia uno prometedor cargado de certezas.
Con un trabajo estable y una chica que le dedicara sonrisas sinceras.
¿Y si...?
─Puede pasar. La
duración de la visita está estipulada en quince minutos ─le dijo
el funcionario de prisión.
─Me sobran diez
─soltó, antes de empujar la puerta y encontrarse con la mirada
cenicienta de su tío.
El hombre parpadeó
sorprendido de encontrarlo en aquel lugar. Tras el cristal que los
separaba, colocó las manos sobre el vidrio y se echó a llorar. Si
estaba arrepentido o no era algo que a Logan no le interesaba en
absoluto.
─Sobrino... me
alegro tanto de verte... pensé que no volverías a...
─Cállate ─lo
interrumpió.
Su tío agachó la
cabeza apesadumbrado.
─Esta es la última
vez que tú y yo volveremos a vernos, porque deseo que te pudras en
la cárcel por lo que le hiciste a Lola. Si eres capaz de pagarte un
abogado o debes conformarte con uno de oficio no me interesa ─lo
contempló con sincero desprecio─. De no haber sido porque estuve
a punto de perderla... te juro que te habría matado con mis propias
manos. Tienes suerte de que este maldito cristal te proteja de mí,
pero te advierto de que si sales de la cárcel yo mismo acabaré
contigo.
─¿Has venido a
ofrecerme réplicas que no me interesan? Sé bien cuales son mis
pecados y pagaré por ellos, sobrino.
─Tu
arrepentimiento no me interesa.
─Debería... ─le
lanzó una mirada suplicante─. No quiero que te conviertas en
alguien como yo. Sé a que has venido...
─Ni se te ocurra
decirlo en voz alta.
─Taylor...
Logan apretó los
labios. Hacía años que nadie lo llamaba por su segundo nombre.
─No me llames así.
─Sé que no soy
una persona ejemplar, pero créeme cuando te digo que te quiero.
Logan golpeó el
cristal con el puño.
─¿Qué me
quieres? ¡Estuviste a punto de matarla! ─explotó.
Su tío apretó las
manos en un gesto suplicante.
─Lo siento... la
rabia me consumía por dentro... yo...
─Ya te he dicho
que tu arrepentimiento no me interesa.
─Jamás he poseído
nada bueno que ofrecerte, sobrino. Pero nunca es tarde para darte un
buen consejo. Si de verdad quieres a esa chica, no termines lo que
has venido a hacer aquí. Te arruinarás la vida.
Logan suspiró. El
maldito tenía razón, pero se negaba a escucharlo.
Él no comprendía
todo lo que Logan había sufrido. Los años de reclusión. Las
palizas en el centro. Los abusos físicos. El miedo bajo las sábanas.
El frío y la oscuridad. La muerte y la destrucción.
¿Iba a renunciar a
lo que había planeado durante años? ¿Y todo por qué? ¿Por una
chica?
─Díme donde has
guardado la puñetera carta ─le ordenó, perdiendo la paciencia.
Su tío le dedicó
una mirada retadora.
─No.
Logan se masajeó la
barbilla, a punto de perder los nervios.
─¿No? ─le
advirtió con peligrosa calma─. Ahí dentro puedo convertir tu vida
en un jodido infierno. Tengo los contactos suficientes, imbécil.
─Me trae sin
cuidado ─pese a ello, la voz de su tío sonó temblorosa.
─¿No crees que el
cargo de conciencia llega con demasiado tiempo de retraso?
El hombre se encogió
de hombros.
─He sido un
borracho, una mala persona, he golpeado a una chica y he estado a
punto de abusar de ella. Puedes odiarme, pero no voy a permitir que
arruines tu vida por algo que ya carece de sentido. Piensa en tu
madre...
─¡No te atrevas a
nombrarla! ─le gritó encolerizado.
El funcionario de
prisión abrió la puerta y lo llamó, pese a que Logan se encontraba
demasiado alterado para prestarle atención.
─Ya han
transcurrido los quince minutos.
Pese a que lo
escuchó, Logan clavó la mirada en su tío.
─Será mejor que
te vayas, sobrino.
Logan lo señaló
con un dedo.
─Esto no va a
quedar así.
Tras aquella reunión
que lo había dejado con los nervios alterados y la conciencia de que
debía tomar una decisión porque se le acababa el tiempo, condujo
hacia el instituto de Lola.
Había transcurrido
más de una semana desde la última vez que se vieron en la
habitación del hospital. Recluída en su casa y bajo la atenta
mirada de su madre, Logan no había podido hacerle una miserable
visita.
Pero algo extraño
se apoderó de él cuando la vio salir del instituto con su habitual
sonrisa. No se bajó de la moto como tenía previsto hacer, sino que
la observó desde la distancia sin que ella se percatara de su
presencia.
De repente, Lola
oteó el horizonte como si lo estuviera buscando. Logan se tensó,
giró el manillar y se largó de allí a toda prisa con la intención
de rehuirla. Condujo hacia la casa en la que vivía el hombre que
había destruido su vida.
¿Seguir adelante o
continuar con sus planes?
La sonrisa de Lola
acudía a su mente mientras sorteaba el tráfico y aceleraba en cada
curva.
¿Dejas atrás el
pasado o jugárselo todo a una carta?
Entre vivir o morir,
la conciencia de que el final estaba muy cerca le martilleaba el
cerebro.
¿Qué elegiría
cuando el asesino de su familia regresara a aquella casa?
¿A Lola o la
venganza que llevaba planeando desde hacía años?
CAPÍTULO
TREINTA Y CUATRO: CONTRADICCIÓN.
Lola notaba la
mirada clavada de Álvaro sobre su nuca. Era su segundo día de
clase, pero tras aquella discusión mantenida en el hospital no
habían vuelto a dirigirse la palabra. La cabeza le daba vueltas
porque estaba hecha un lío.
Hacía más de una
semana que ella y Logan no se veían, creía que debía ofrecerle una
explicación a Álvaro pese que sabía que no había mucho que decir,
y para colmo, algo le decía que las cosas no iban del todo bien.
¿Dónde demonios
estaba Logan? ¿Acaso su relación siempre iba a transcurrir así?
¿Con él desapareciendo cuando le viniera en gana sin ofrecerle una
explicación?
No quería parecer
una histérica, pero se sentía verdaderamente perdida. Asustada...
aterrada...
¡Le había ofrecido
su virginidad!
¿Y si él se
largaba tras aquello?
─No, Logan no
es así. Lo que compartimos fue... especial. Solo necesita tiempo
para contarme todo lo que oculta,
sentenció con la necesidad de tranquilizarse a sí misma.
Al finalizar la
clase, todos los alumnos salieron en tropel como si un minuto más en
el centro pudiera acarrearles consecuencias nefastas. Lola estaba tan
ensimismada en sus pensamientos que metió las pertenencias en la
mochila con más parsimonia que de costumbre.
─Lola, te estoy
esperando ─la apremió Álvaro.
Ella alzó la cabeza
y lo contempló sin entender.
─Perdona, ¿Qué
me he perdido?
Él carraspeó
incómodo.
─Tu madre me ha
pedido que te lleve a casa. Hoy no puede recogerte y no quiere que
cargues con peso tras lo sucedido...
Lola puso los ojos
en blanco.
─Me encuentro
perfectamente, y de hecho ambos sabemos la razón verdadera por la
que mi madre no quiere que me vaya a casa sola.
A pesar de la mirada
irritada que le dedicó, le arrebató la mochila con delicadeza y se
la colgó al hombro. La acompañó hacia la salida colocándole una
mano en la espalda, y Lola se tensó ante el contacto inesperado.
En el vehículo, él
la miró de reojo mientras ponía el coche en marcha. Lola se sintió
más incómoda que de costumbre en su compañía, por lo que decidió
cortar su silencio de improviso.
─No es necesario
que digas nada. Nos hemos estado evitando y esto no tiene sentido.
De repente, él
detuvo el coche en mitad de la carretera, dejándola anonada.
─Eres tú la que
has estado evitándome. Yo solo he aceptado las circunstancias ─dijo
con voz grave.
─Las
circunstancias... ─murmuró rabiosa.
─Lola, no sé qué
es lo que quieres de mí. Haga lo que haga nunca cumplo tus
expectativas.
Cerró los ojos y
giró la cabeza en dirección hacia la ventanilla.
─Lola...
─Me he acostado
con Logan.
Aquella confesión
los dejó helados a ambos. A Lola porque no esperaba sincerarse con
él, y a Álvaro con dos palmos de narices y la sangre hirviendo.
Apretó las manos entorno al volante y sintió que los celos y la ira
lo carcomían por dentro.
¿Su dulce Lola en
los brazos de aquel niñato?
Lola... no podía
ser. Que alguien lo despertara de aquella pesadilla porque quería
morirse.
─Creo que no te he
escuchado bien ─dijo, con la voz estrangulada por la emoción.
─Me has escuchado
perfectamente ─replicó ella con un hilillo de voz.
Lola suspiró y dejó
escapar un temblor incesante que se apoderó de su cuerpo. Entonces,
Álvaro salió del coche hecho una furia y pateó el neumático con
rabia.
─¡Joder, joder!
─bramó, sintiendo como las lágrimas escapan de sus ojos.
Era la primera vez
desde hacía años que conseguía llorar. Lola lo contempló
asustada. Salió del coche y le colocó una mano el la espalda, pero
él se revolvió furioso y le apretó las muñecas.
─Me haces daño...
─Lola... ─la
apretó contra sí al borde de la desesperación─. Me da igual...
me da exactamente igual...
Ella trató de
separase de él, demasiado conmocionada para analizar lo que estaba
sucediendo.
─¡Pero qué
dices!
─¡Qué nunca he
dejado de quererte! ─sostuvo su mano y la apoyó contra su pecho─.
Que no he dejado de hacerlo ni un maldito segundo.
Ella retiró la mano
y dio un paso hacia atrás.
¿Por qué tenía
que suceder aquello en el momento más contradictorio de su vida?
¿Justo cuando anhelaba escuchar aquellas palabras, necesitaba a
Logan pero no lol encontraba por ninguna parte?
Ella retrocedió con
paso renqueante. Álvaro la contempló sofocado.
─Tengo que irme...
La agarró del brazo
para detenerla y se pasó la mano por el pelo, visiblemente nervioso.
─Espérate,
maldita sea. Espérate... mírame a los ojos y dime que ya no sientes
nada por mí.
Lola agachó la
cabeza y rehuyó su mirada.
─¡Qué me lo
digas, joder!
¡LO CONFIESO, NERVIOS A FLOR DE PIEL! ¿Y VOSOTRAS? =0
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ResponderEliminarEsto es la locura Chloe y ahora.... que va hacer Lola dios esto no pinta nada bien . Logan ando resolviendo su pasado para vivir por fin y con Lola y el loco de Alvaro sale con esa bomba dios que intenso esta todo!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEspero con ansias el próximo capítulo ....
ResponderEliminarBuenoo alvaritooo 😠😠😠 k se creia k iba a estar lola ahi pa cuando el.quisiera agg me pone mala.
ResponderEliminarY mi.logan espero que se decida x vengarse y se vaya a buscar a lola y se fugen en la moto juntos y vivan felices ....... jajaja
pero que momentazo pobre alvaro, y donde rayos esta logan!!!! vuelve hombre no vaya ser que te la confundan mas a tu lola. esta historia es muy emocionante Chloe siempre me dejas con sabor a mas
ResponderEliminarChloe, capituro nuevo porfa!!!
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