CAPÍTULO
VEINTITRÉS: BUENA CHICA.
Irguió el cuerpo,
tomó una respiración profunda y abrió de un empujón la pesada
puerta de la cafetería. Estaba harta de ser pisoteada por su
compañera de instituto, e iba a dejarle las cosas claras tanto a
ella como al jefe que la había estado mangoneando al inflarla a
horas extras.
En cuanto la
campanilla de la entrada tintineó, Vanesa ladeó la cabeza y abrió
la boca en una mueca de perplejidad al contemplar a Lola. Esta no
dudó en cruzar la estancia con zancadas rápidas y largas hasta
plantarse delante de la rubia que le ponía la zancadilla cada vez
que le venía en gana.
─¡Tú! ─Vanesa
se levantó con tal ímpetu que tiró la silla al suelo. El rostro le
ardía de ira al percatarse de que en esa ocasión no había
conseguido amedrantar a Lola─. ¿Por qué no te largas, putita
llorona?
La jauría de lobas
que la acompañaba emitió al unísono una carcajada que secundó las
palabras de su abeja reina. Sin dejarse impresionar, Lola agarró la
taza en la que todavía estaba la cucaracha flotando sobre el café,
y la agarró por el asa con violencia.
─Así que
pretendes ser la princesa de las cucarachas... ─murmuró, y Vanesa
dio un respingo hacia atrás─. Se acabó eso de ser la buena chica.
De ahora en adelante, si quieres guerra, voy a tirarte tan fuerte de
las extensiones que te dejaré calva.
Antes de que pudiera
reaccionar, Lola volcó el contenido de la taza en el sorprendido
rostros de Vanesa, quien comenzó a chillar como una histérica y se
sacudió la cara lloriqueando.
─¡Cómo te
atreves! ─gimoteó, quitándose la cucaracha de un manotazo.
El maquillaje le
corría por las mejillas hasta conferirle el aspecto de un ridículo
payaso de circo. Lola la contempló con una sonrisa satisfecha. En
toda su vida se había sentido tan orgullosa de su actitud.
─Te lo advierto,
petarda sin vida. Si vuelves a buscarme, me vas a encontrar. Aléjate
de mí si no quieres que la próxima vez te haga tragar una cucaracha
de verdad ─le espetó con tranquilidad. Entonces se revolvió hacia
el resto de la clientela y les habló con rabia─. Y esto va para
todos vosotros. Durante todos estos meses he tenido que soportar
vuestras falta de educación, lo idiotas que podéis llegar a ser por
cambiar el azúcar por sacarina, vuestras charlas soporíferas y
escuchar problemas que jamás me han interesado. Con gusto os habría
colocado una cucaracha en el café, pero yo no soy así.
Su ex jefe salió de
la barra hecho una furia y la asió del brazo para zarandearla. Desde
la distancia, Logan estuvo a punto de entrar para propinarle un
puñetazo, pero se detuvo encantado al contemplar que Lola se lo
quitaba de encima para acto seguido ponerlo en su sitio.
─¡Usted! ─Lola
señaló el pecho con un dedo─. Pensaba regresar para mendigar por
un trabajo que no merece la pena, pero a mitad de camino he recordado
que es un jefe asqueroso que me ha tenido trabajando durante meses
sin contrato. Le juro que voy a ir a Comisiones Obreras para
denunciarlo por tener a una menor trabajando sin regularizar su
situación, y obligándome a realizar horas extras que no me abonaba.
Hace un momento me ha dicho que se arrepentía de contratar a una
chica inmadura, pues bien, le aseguro que sí que se va a arrepentir.
Se las voy a hacer pagar en el juzgado.
Dicho lo cual, salió
de la cafetería ante la expresión aturdida del resto de la gente.
Algunos clientes se atrevieron a aplaudirla mientras Logan la
observaba oculto tras un macetero.
Su jefe gritó su
nombre y esta vez fue él quien mendigó su perdón, pero Lola
acababa de comprender que su trabajo y su dignidad merecían a
alguien que la respetara.
Tras la escenita
montada, Logan clavó los ojos en la histérica de Vanesa y
comprendió que tras la mirada de odio que le había dedicado a Lola,
aquello no se quedaría allí. Aquella niñata no tenía ni idea de
lo que Logan acababa de preparar para ella. Un día le bastaría para
destruirla.
***
Logan recibió con
desdén la llamada alterada de la insoportable mujer de la que
recibía órdenes. Furioso, se montó en la moto y condujo directo
hacia la mansión que pronto haría cenizas. Junto con el hombre que
le había destrozado la vida y la zorra que no paraba de atosigarlo.
La había
sorprendido espiándolo desde la distancia, con los brazos cruzados y
la mirada oculta tras las gafas oscuras. Una mujer rubia y distante
que traicionaba la confianza de su marido acostándose con un hombre
distinto cada noche. Logan intuía que como jardinero, a la señora
se le había antojado disfrutar de sus habilidades amatorias.
─Vieja estúpida
─murmuró con desprecio, antes de llamar a la puerta.
Sin duda fue una
mala señal que aquella mujer en persona le abriera la puerta. Estaba
acostumbrado a ser recibido por la discreta chica del servicio que
carecía de peticiones extravagantes.
─Señora, ¿Qué
se le ofrece? Le recuerdo que acababa de molestarme en mi día libre
de servicio, aunque eso ya lo sabe. ─le espetó Logan.
No era bueno
fingiendo una simpatía por quienes sentía verdadera repulsión. La
mujer recorrió el cuerpo del muchacho con interés y fingió un
mohín.
─¿Siempre eres
tan directo? Te recuerdo que soy tu jefa ─respondió altanera.
Logan apretó los
puños. Sí, su jefa y la esposa del hombre del que estaba dispuesto
a vengarse. Cada uno debía interpretar su papel hasta la caída del
telón, pero aquella mujer se lo estaba poniendo muy difícil.
─¿Y usted siempre
es tan caprichosa? ─sugirió con desprecio.
La mujer se quitó
las gafas y le dedicó una mirada atravesada.
─Sin embargo,
estás aquí.
─Necesito el
trabajo ─repuso con calma.
Esa sería la
primera verdad que ella le escucharía. A medias, por supuesto.
Necesitaba el trabajo para orquestar su venganza desde dentro. Había
esperado durante años, y podía sufrir la presencia femenina unos
meses.
─Entra ─ordenó
altiva.
─¿Qué es lo que
quiere? ─preguntó con brusquedad.
─Entra de una
maldita vez. Ya veremos lo que se me ofrece...
Logan sintió los
ojos femeninos recorrerle la espalda al poner un pie dentro de la
casa. Aún así, se esforzó por hacerse el ignorante y se apartó
todo lo que pudo de las garras de aquella arpía. La mujer le indicó
que se adentrara en el jardín para trasplantar una maceta que poco
cuidado requería. De todos modos, Logan se propuso realizar la tarea
para largarse de allí cuanto antes. A su lado, la mujer se tendió
sobre la hamaca y se quitó la parte de arriba del bikini. Logan
maldijo para sus adentros tras visualizar dos pechos turgentes y
tostados por el sol.
─¿Es necesario
que se desvista en mi presencia? ─preguntó malhumorado.
La mujer esbozó un
rictus de irritación al comprender que su acto había tenido
consecuencias distintas a las deseadas. Se levantó con los pechos al
aire y se colocó al lado de Logan. Este se tensó al percibir el
roce de las tetas contra su hombro. Con impotencia, se echó a un
lado y resopló.
─¿Qué demonios
pretende? ─espetó, mirándola a la cara.
La mujer alargó un
brazo para acariciarle el pecho. Logan sostuvo la muñeca y la apretó
hasta que la mujer soltó un alarido, más por la indignación de la
sorpresa que por el dolor en sí.
─En este casa
estás para seguir mis órdenes.
Logan soltó una
carcajada.
─¿Quiere
convertirme en otro de sus amantes? Estoy seguro de que su marido
estará encantado de saber lo que la zorra de su mujer hace por las
noches.
La mujer quiso
estamparle una bofetada, pero Logan detuvo el golpe con el brazo.
Recogió sus pertenencias y caminó con tranquilidad hacia la salida,
seguido por la voz chillona de aquella mujer. Ni siquiera se había
tomado la molestia de vestirse.
─¡Está
despedido, imbécil! ─le gritó a la cara, cuando Logan se dio la
vuelta.
─No lo creo. Tengo
un par de fotos que no le gustaría ver publicadas.
La mujer soltó un
alarido.
─¿Qué? ¡Voy a
denunciarlo!
Logan le dedicó una
sonrisa siniestra antes de cerrar la puerta y asegurarle que volvería
al día siguiente.
Estaba acostumbrado
a ser ultrajado. En realidad, el niño que un día fue lo había
estado. Logan el adulto se había cobrado uno a uno los golpes
sufridos en su niñez, pero era el primero de ellos y el motivo de
todos sus males el que había dejado para el final.
La venganza es un
plato que se sirve frío.
Aceleró en una
curva tras recordar lo sucedido en una de aquellas noches de
orfanato. No era más que un crío enclenque de siete años del que
los demás se aprovechaban. En una ocasión, un chico de diecisiete
años trató de abusar de él en el baño.
La sonrisa sórdida
que le dedicó el pelirrojo repleto de pecas le puso los pelos de
punta. Cuando varias manos le agarraron el cuerpo resbaladizo por el
agua y desnudo, Logan el niño comenzó a lloriquear y se orinó de
miedo mientras el resto de chavales se reían de él.
─¿Qué es ese
gusanito que tienes ahí colgando? ─soltó uno de ellos.
Alguien le propinó
un puñetazo en las costillas y Logan aulló de dolor.
─Lloriquea como
una niñita.
El pelirrojo se
acercó a él y le acarició la mejilla. Logan sufrió una arcada que
le granjeó una bofetada.
─Si lloriquea como
una niñita tendremos que tratarlo como una niñita...
A sus siete años,
Logan había sufrido lo suficiente para saber lo que aquello
significaba. Pataleó y sollozó cuando lo agarraron para colocarlo
contra la pared. Por suerte, los pasos del cuidador social provocaron
que el resto de chavales corrieran despavoridos y lo dejaran
malherido bajo la ducha. Aquel había sido el primero de muchos
intentos... hasta que...
Se percató de que
una lágrima le recorría la mejilla. Con rabia, se limpió aquella
prueba con el puño y apuró la velocidad. Logan jamás podría
olvidar.
***
Se preguntó dónde
estaba Logan antes de reunirse con Álvaro para sus clases
particulares diarias. Gracias a él, había conseguido hacer frente a
Vanesa por primera vez en su vida. Estuvo segura de que Andrea
estaría orgullosa de ella. Por desgracia, no podía contarle lo
sucedido hasta que finalizara su jornada de clases.
─Hola ─saludó
con frialdad a Álvaro en cuanto la puerta se abrió.
Él la recibió del
mismo malhumor.
─Creí que no
vendrías.
─Qué remedio.
De mala gana, Álvaro
se hizo a un lado para permitirle el paso. Lola caminó hacia el
salón y soltó la mochila sobre la mesa con tal ímpetu que tiró al
suelo uno de los cuadros. El cristal de la fotografía se hizo añicos
contra el suelo. Apurada, se agachó para recoger la foto ajada de
una mujer rubia que sonreía a la cámara. Sintió un escalofrío al
observar aquel rostro, y sin saber por qué, apartó la vista de
aquella imagen y se la devolvió a Álvaro.
─Lo siento. Ha
sido sin querer.
Álvaro contempló
el cuadro con el ceño fruncido. Lola retorció las manos, nerviosa
ante una respuesta que no llegaba. Al final, Álvaro forzó una
sonrisa y guardó la foto dentro del escritorio.
─Estará mejor ahí
dentro ─murmuró para sí, pero lo suficiente alto para que ella lo
oyera.
─¿Quién es?
─preguntó curiosa.
─Alguien que
pertenece al pasado.
─Por la cara que
has puesto, déjame decirte que no me lo creo ─comentó con
suavidad.
Álvaro le dedicó
una mirada malhumorada. Ella tenía razón, pese a todo.
─¿Siempre dices
lo primero que se te viene a la cabeza?
Lola asintió sin
dudar.
─Pues sí.
─Eres muy sincera
─dijo, ofuscado.
─Ojalá no lo
fuera. Así no me dejaría en evidencia a mí misma.
Se sentó dispuesta
a realizar las tareas que él le encomendara, siendo consciente de
que aquel comentario había vuelto a dejarla en evidencia.
─Te equivocas. Así
dejas en evidencia a los demás ─susurró a su oído.
Lola sintió que le
temblaba todo el cuerpo en cuanto lo tuvo tan cerca.
─No te entiendo.
─Tienes una gran
facilidad para hablar de tus sentimientos y no sentir vergüenza por
ello. A veces me apetece ser un poco como tú, ¿Sabes por qué?
─Álvaro le apartó el pelo de la cara, y ella sacudió la cabeza,
embelesada y tentada─. Para decirte todas las cosas que me guardo y
que me muero de ganas por decirte, Lola.
¿QUÉ OS HA PARECIDO? ¡ESPERO VUESTROS COMENTARIOS COMO AGUA DE MAYO!
Es muy corto kieroo masss
ResponderEliminarjajaja siempre sucede :D
EliminarPor que mi querida escritora este capítulo es tan corto. :( quiero MAS... mucho Mas
ResponderEliminarLos haré más largos :p
EliminarBuffffff Pobre Logan que infancia tan dura , cuanto rencor y odio lleva acumulado dentro. Eso no puede ser bueno pero la buena de Lola almenos lo alegra... jajajja aunque tiene que espavilar Alvaro un poquitoooo esto esta que arde con las classes jejejejeeje
ResponderEliminarsì. Tuvo una infancia durísima. Álvaro es evidente que tiene que espabilar!!
EliminarLa madre qe pario!!!!Me has dejao con la miel en los labios,te voy a decir qe tu haras lo qe qieras,pero como se lie con Alvaro me das un disgusto!!!!
ResponderEliminarjajajajaja
EliminarHolaa!!! Chloe no me puedes dejar asiii, que va a pasar entre esos dos. Menuda arpia la jefa de Logan menos mal que la a rechazado.
ResponderEliminarMe alegro que haya puesto a Vanessa en su sitio.
Besotes!!!
sí, la jefa es una arpía y ahora viene lo peor.Besos guapa!!
EliminarQue te pasa Chloe por que haces este capitulo tan corto malvada jajajajaja y siempre termina en la mejor parte DIOS !!!!!!!!!!!!! estuvo bueno el capitulo esa viaj a loca no sabe con quien se metio en insinuarse a Logan..... y Alvaro debe mejorar su táctica aunque para mi prefiero a Logan ... besito bella hasta el Jueves!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarmuchas gracias!! besosss
EliminarXk tan cortos no lo entiendo
ResponderEliminarjajaja los próximos más largos
EliminarYa me puse al dia y me encanta !! cada dia me cae mejor Logan y Alvaro tambien me gusta pero me gusta mas Logan para Lola asi que tendras que buscarfle un amorcito a Alvaro para que todos contentos jaja
ResponderEliminares difícil jeje besos
EliminarNo a mi me encanta Álvaro, pero debe dejar su demonios fuera para seguir adelante... Que capitulo estuvo buenísimoooo
ResponderEliminarmuchas gracias. Besos!!
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