CAPÍTULO DOCE:
FUTURO INCIERTO
Pasaron las semanas y la relación entre Álvaro y Lola
se volvió más ambigua. Se creó entre ambos un nexo de miradas
anhelantes que compartían cuando nadie los miraba. Se sonreían en
los pasillos, a la salida del instituto o mientras Lola se apoyaba en
la ventana de su habitación para buscarlo con la mirada.
No eran nada, pero a Lola le gustaba creer que tras
aquellos gestos silenciosos se escondía una atracción mutua que
podría cruzar algún día la linea divisoria que separaba las ganas
de la realidad de sucumbir al deseo.
Intuía que Álvaro no solo se dejaba llevar por los
convencionalismos, pues existía en él un punto de amargura que lo
impelía a apartarse de ella. Pero por mucho que se esforzara, en sus
momentos de debilidad ─menos mal que existían─, demostraba que
no era tan impune a sus encantos como se esforzaba en hacerla creer.
Así que ella estaba en una nube. Una inestable, eso sí;
de las que amenazaba con romper en tormenta en cualquier instante de
fragilidad. Porque Álvaro le gustaba hasta el punto de volver loca,
pero esa misma locura la obligaba a pensar en Logan y preguntarse
dónde demonios estaría.
¿Y se le había sucedido algo? Se sacudió aquella idea
absurda de la cabeza tras servir las copas que le habían pedido. A
Logan lo único que le había sucedido es que se había hartado de
ella.
Un par de besos y cuatro caricias tímidas era todo lo
que ella podía ofrecerle, así que con toda probabilidad él se
había ido a buscar a la clase de chica que pudiera entregarle lo que
él requería.
─Para que luego digan que las mujeres somos
complicadas... ─refunfuñó en voz comedida para que nadie pudiera
escucharla.
El resto de la tarde transcurrió con la normalidad que
su trabajo le aportaba. Aquel quehacer diario la obligaba a poner la
mente en blanco mientras trabajaba, por lo que ni Álvaro, ni
siquiera el enigmático Logan, podían aparecer en su mente para
trastocar todos sus planes.
Estaba oscureciendo cuando salió del trabajo para
regresar a su casa. Todavía tenía que emplearse en resolver los
balances económicos que tenía como deberes escolares por lo que
aligeró el paso con la intención de cenar y resolver sus tareas
escolares. En realidad, no sentía el menor interés por la economía
más allá de lo que le permitía su bolsillo, pero quería demostrar
a sus padres que era capaz de trabajar a media jornada y aprobar
todas las asignaturas de Bachillerato.
Y Álvaro... luego estaba Álvaro y aquella miradita
reprobatoria que tanto le escocía el orgullo.
Quería darles en las narices a todos porque sentía que
por primera vez desde que nació, estaba haciendo lo que a ella le
daba la gana y no lo que otros habían escogido para ella. Entonces,
inevitablemente, pensó en Logan y en lo que él le había dicho.
¿Era la chica modélica que no se salía del plan que
los demás habían establecido para ella? ¿Quién era en realidad?
A lo lejos, la figura de Álvaro se materializó apoyada
sobre la pared de un edificio cercano. Tenía las manos metidas en
los bolsillos y la miraba a la cara, por lo que Lola echó la vista a
su espalda solo para cerciorarse de que él la estaba esperando a
ella.
¡A ella!
No puedo evitar que una sonrisa bobalicona se le
plantara en mitad de la cara.
─Hola ─lo saludó con un beso en la mejilla, a pesar
de que horas antes se habían despedido a la salida de clase.
La barba de él le hizo cosquillas en la mejilla
mientras una sensación cálida se concentraba en su estómago.
─Quería hablar contigo. Espero que no te importe que
haya venido a buscarte al trabajo ─le dijo él.
Lola lo contempló con una sonrisa que evidenciaba todo
lo contrario.
Comenzaron a caminar muy cerca el uno del otro. Con los
hombros rozándose y la vista fija al frente pese a que se observaban
de reojo, hasta que Álvaro habló con un discurso que a ella le
pareció que ya tenía preparado.
─Iba a hablar con tus padres, pero antes he preferido
hacerlo contigo.
─¿Con mis padres? ─se alarmó.
Se le encendió el rostro y se detuvo en mitad de la
acera. Él hizo lo mismo, pero su gesto tranquilo evidenció que Lola
se había apresurado en hacer cábalas ridículas. Era obvio que
Álvaro no había hablado con sus padres de... eso. Es decir.... de
aquel beso que habían compartido.
─Se que estás trabajando muy duro en la cafetería, y
quiero que sepas que estoy orgulloso de ti. Pocos jóvenes se
esfuerzan en trabajar y estudiar al mismo tiempo, y tú lo estás
consiguiendo sin bajar tu rendimiento escolar ─ella lo escuchó con
atención, pues era la primera vez que Álvaro se mostraba positivo
respecto a su novedosa elección─. Pero quiero que sepas que no
estás sola. A tu edad, a mí me pasaba lo mismo que a ti.
Le dedicó una mirada recelosa.
─¿Te besabas con tu profesora de literatura? ─musitó.
A él le sobrevino una tos nervioso.
─No, por supuesto que no ─respondió algo molesto.
─¿Entonces?
Él le colocó una mano sobre el hombro y le dedicó una
mirada amable. Lola supo que lo próximo que fuera a decir no le
gustaría, pero aún no entendía el porqué.
─A tu edad yo también estaba perdido. No sabía qué
quería hacer con mi vida hasta que tuve la necesidad de elegir. Es
razonable que quieras experimentar cosas nuevas, pero estás
perdiendo el tiempo. Tienes un gran potencial que vas a tirar por la
borda, Lola.
Ella retrocedió hasta que logró apartarse de su
contacto. Apretó los labios y alzó la barbilla para desafiarlo con
aquel gesto.
─No tienes ni idea de nada.
Álvaro ni siquiera se inmutó, por lo que ella
comprendió que él no estaba dispuesto a tener en estima lo que ella
quería hacerle entender. Por tanto, se sintió juzgada y humillada.
─Lola, no puedes desaprovechar tu futuro en una
cafetería. ¿Qué será de ti cuando pasen diez años? Las
decisiones que tomamos en la juventud son las que marcan nuestro
futuro. Puede que ahora sientas que esto es un juego, pero cuando
pasen los años y hayas perdido la oportunidad de estudiar una
carrera de provecho lo lamentarás.
─¿Lo lamentarás tú o lo lamentaré yo? ─replicó.
Álvaro suspiró agotado.
─¿Cuáles son tus planes?
─Vivo el presente porque el futuro es incierto. Por
ahora, terminar el bachillerato es una meta muy realista, ¿No te
parece?
─Me parece que te estás comportando como una
chiquilla a la que todo le da igual
─se sacó un papel del bolsillo mientras que Lola lo
contemplaba atónita─. Hay unas becas estupendas para estudiar en
el extranjero. Podrías convertirte en una gran periodista. Podrías
ser lo que tú quisieras si mostrases algo de entusiasmo.
─¿Al extranjero? ─se sintió abochornada solo de
pensarlo─. Me encanta mi ciudad.
─Solo es una opción. Lo que quiero decir...
─Lo que quieres es que desaparezca de tu vida porque
cada vez te es más difícil apartar las manos de mi cuerpo ─terminó
la frase por él.
─No se trata de eso. Me estás tergiversando ─la
agarró de los hombros para que no se marchara cuando ella lo
intentó. La respiración pausada de él le acarició las mejillas
hasta que tuvo que apartar la mirada porque la sofocaba demasiado─.
¿Tan difícil es hacerte entender que me preocupo por ti?
─Si te preocuparas por mí...
Álvaro la atrajo hacia sí para intentar calmarla.
─Me preocupo por ti ─le aseguró, mirándola a los
ojos─. Me preocupo por ti porque no quiero que te quedes estancada
por mi culpa. Cuando te miro veo a una chica con gran potencial que
puede conseguir lo que se proponga. No quiero ser ese punto que te
deja parada.
Lola se apartó de él. Álvaro no se lo impidió.
─¿Ah sí? Pues yo creo que acabo de entenderlo todo.
¿Sabes qué? Vive tu vida y déjame en paz. Tú tuviste la
oportunidad de elegir y cometer errores. Déjame a mí cometer los
míos porque no recuerdo haberte pedido consejo.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar sin rumbo alguno.
A su espalda, oyó que Álvaro la llamaba con tono inflexible, pero
no se volvió hasta que escuchó una acusación que la afectó. Él
acababa de nombrar a Logan.
─¿Qué has dicho? ─exigió saber, poseída por la
rabia.
─Si esos errores de los que me hablas son ir en moto y
frecuentar la compañía de un indeseable te vas a estrellar. Y te
diré una cosa: no lo voy a permitir porque me importas demasiado.
Le dedicó una mirada atravesada.
─No tienes ni idea.
─La suficiente.
***
Metida en la cama, no pudo dejar de dar vueltas mientras
pensaba en lo que Álvaro le había dicho. Acerca de su futuro, e
incluso tomándose la licencia de hablar acerca de Logan.
Logan...
Tuvo la impresión de que ni siquiera él la
comprendería en aquel momento. No lo haría porque ni siquiera ella
se comprendía a sí misma. Estaba harta de todo. De las exigencias
de sus padres, de Álvaro o incluso de sí misma.
No podía dormir, por lo que en un alarde de
irracionalidad, se vistió a toda prisa y dejó varios almohadones
bajo las sábanas para aparentar que estaba dormida. Salió por la
puerta trasera para no hacer ruido, y se calzó los zapatos en cuanto
estuvo fuera de casa. En el instante en el que sus pies tocaron la
hierba, echó a correr hacia aquel acantilado que tanto le gustaba.
Quería estar sola. En su habitación estaba sola pero
no era lo mismo. Quería estar sola de verdad.
Echó a correr de madrugada por las calles desiertas,
sin importarle que aquello fuera una locura por la que podría
ganarse un castigo. El acantilado estaba a más de veinte minutos
caminando, pero cuando llegó con el corazón acelerado y el cabello
tapándole el rostro, caminó hacia el borde y se quedó observando
el horizonte. El viento le azotaba las mejillas hasta revolverle el
pelo. Se sentía tan liberada...
Acercó las puntas de los pies al borde del acantilado y
la respiración se le aceleró. Solo un paso más. Una más y...
Un brazo le rodeó el vientre y tiró de su cuerpo hacia
atrás. Lola sintió un grito y echó la cabeza hacia atrás. Sus
labios rozaron los de un hombre, por lo que el corazón le palpitó
deprisa antes de encontrarse con los ojos azules de Logan, quien la
observaba de una manera extraña. Aturdido.
La apresó contra su cuerpo sin la intención de
soltarla, por lo que ella colocó las manos sobre sus hombros para
mirarlo a los ojos. Le traía sin cuidado el color rojizo de sus
mejillas, pues aunque ya no estaba sola, se sentía alegre de tenerlo
allí en aquel instante.
─Pensé que ibas a saltar ─murmuró él. Parecía
asustado de cavilar aquella posibilidad.
─Los alardes suicidas no son mi especialidad.
─¿Qué haces aquí? ─exigió saber.
A ella le pareció que él estaba cambiado. Más
inflexible que antes. Más inaccesible. Pero seguía tratándola con
la misma suavidad que de costumbre, y por si pudiera soportarlo, le
rodeaba la cintura con un brazo, temiendo quizá que se precipitara
al abismo.
Él se preocupaba por ella. Álvaro decía preocuparse
por ella. Pero Logan se preocupa sin exigir nada a cambio. Pero se
había largado.
─Lola... ─su nombre pronunciado como un susurro
ronco la hizo contemplar los labios masculinos. Logan apartó un
mechón rebelde de su cara y le acarició la mejilla con el pulgar─.
¿Qué haces aquí?
─Me gusta este sitio.
─Se supone que este es mi refugio ─respondió
ofuscado, pero siguió sin soltarla.
─Ahora también es el mío.
Contempló su reacción, y se tranquilizó cuando él
curvó los labios en una sonrisa. Sin decir nada, se separó un poco
de ella para quitarse la chaqueta de cuero y colocarla sobre los
hombros femeninos. Fue un gesto íntimo y silencioso.
Lola sintió que él buscaba su mano a tientas en la
oscuridad, por lo que acercó su mano a la de él y apretó la mano
fría y temblorosa. Demasiado fría y temblorosa. De repente, sus
problemas dejaron de tener importancia. Se percató de que Logan
tenía un rictus de dolor que le cruzaba todo el rostro, por mucho
que se empeñara en maquillarlo tras una expresión lejana.
Lo obligó a sentarse a su lado y apoyó la cabeza en el
hombro de él. No sabía qué hacer para infundirle ánimo, pero la
afectó verlo tan apagado. Si antes le parecía una persona oscura y
difícil de conocer, ahora le resultó más inaccesible.
¿Qué le había sucedido?
─¿Por qué te fuiste? ─preguntó con suavidad.
Sintió que él se tensaba, pero pasó una mano por sus
hombros y la atrajo contra un cuerpo que exudaba un calor
reconfortante. Debía ser ella quien lo reconfortara a él, pero no
lograba derrumbar aquella coraza. No sabía cómo.
─No quiero hablar de ello, Lola.
─Pero... ─se resistió.
Dejó de hacerlo cuando él la apretó más contra si,
ladeó la cabeza y plantó un beso corto sobre su cabeza. Ella cerró
los ojos y suspiró.
─Logan, te he echado de menos.
─No debería ser así.
─Pero te he echado de menos ─insistió.
A pesar de que no veía su rostro, sintió que él
sonreía.
─Yo también.
¿Os ha gustado? ¡¡No olvidéis comentar!! Próximo capítulo este lunes :)
demasiadoooooo..!!!! prefiero a Logan que se arriesga a Alvaro que anda con sus dramas sociales..!! Chloe está muy buenoo!!! ya espero el próximo
ResponderEliminarMuchas gracias!
EliminarÁlvaro o Logan... Logan o Álvaro.. el eterno dilema
besosss
muerooooo!!!! me gusta Logan, Alvaro se da muchas vueltas, quiere que Lola baile al son de el y la cosa no resulta asiiii. Esto se pone cada vez mejor!! jajajaj Gracias Chloe :)
ResponderEliminarAy.. qué difícil es elegir entre ambos jeje
EliminarÁlvaro se preocupa por ella... pero a su manera
Logan la necesita, pero esconde un pasado muy cruel
besos!
Holaaa!!! Madre mia me a encantado , ufff yo no podria escoger me gustan los dos , yo entiendo Alvaro es su profesor y por eso se contiene mas , Logan no tiene nada que perder por eso le da igual todo.
ResponderEliminarPobre Logan lo esta pasando mal ,pero me alegra que haya reconicido que extraño a Lola.
En fin me a gustado mucho deseando que llegue el lunes para el proximo capitulo.
Besotes!!
¡Muchas gracias guapa!
EliminarLa verdad que Lola tiene una difícil elección jeje
Logan sí. Lo ha pasado muy mal y poco a poco se sabrá la razón
Ufff me ha encantado Chloe y de Logan q decirte cada vez me gusta massss. Esperando el lunes!!! 😘
ResponderEliminarMuchas gracias Noelia!
Eliminarun abrazo!
Cada vez mas interesante. Dificil la eleccion... deberias pensar en hacer entregas diarias de cartas con sabor a lima...te lo agradeceriamos infinitamente!!!!! Me encantas...;-)
ResponderEliminar¿Diarias? jajaja me muerooo ejje
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Me alegra que te esté gustando
un beso!
Me encanta logran!!!!
ResponderEliminarEs un gran personaje <3
EliminarYo tambien lo echaba de menos 😢😢 x finn k bien 😍😍
ResponderEliminarSíiiiii . Ya era hora de que volviera :D
Eliminarbesos!
Que emoción que Logan apareciera justo en ese momento,con ganas de mas!!!! :)
ResponderEliminarsí, fue un momento muy bonito
Eliminarel lunes más y mejor
besos!
Que eso es todo no puedo creer que nos dejes asi eso es trampa Choe no se vale cuando se pone bueno jajajaja me gusto el capitulo hasta el Lunes bell
ResponderEliminarEl próximo capítulo será muchísimo mejor
Eliminarun abrazo!
Ay Logan *-* Qué tierno es con Lola incluso con todos sus problemas... aish!! Ha sido un momentazo en el acantilado, lo estaba viviendo
ResponderEliminarAyer vi Más allá de las palabras (la peli) y claro, ya solo veía a Álvaro en el actor jajaja
Muuuak
Yo lo viví muchísimo al escribirlo
EliminarLola y Logan se necesitan mutuamente. El problema es que Álvaro... ay Álvaro.. quiere a Lola pero no sabe cómo expresarlo.
besos!
Por q es Alvaro así se muere por Lola y nada pero cuando la ve con Logan, poco a poco ya ganando terreno este misterioso amigo con nuestra inquieta Lola... El corazón es un esponja y puede sacar tan fácil a uno y q el otro llene su espacio... Lola, Lolita q complicado los 17
ResponderEliminarMe encantó éxitos mi Chloe.
muchas gracias!
Eliminareste lunes más
besitos!
Alvarito lo que se va a perder por sus prejuicios!!o
ResponderEliminartotalmente :(
Eliminarquiere lo mejor para ella, pero la está perdiendo por no saber ver las cosas aiiis